lunes, 10 de junio de 2013

Los derechos de las minorías

En días pasados se publicaron dos artículos de claro sesgo homofóbico y discriminatorio en dos diarios del país, el primero, el 4 de junio en el gobiernista El Telégrafo, denominado “Las minorías quieren imponer las reglas a las mayorías” suscrito por Humberto Mancero Mosquera, cuyo enlace es el siguiente: http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/las-minorias-quieren-imponer-las-reglas-a-las-mayorias.html;  y, el segundo, el 5 de junio en El Universo, con el nombre de “Los privilegios de las minorías” firmado por Pedro X. Valverde Rivera, y cuyo enlace es el siguiente: http://www.eluniverso.com/opinion/2013/06/05/nota/992006/privilegios-minorias.

Frente a lo absurdo y retrogrado de las ideas que, a mi juicio, contienen ambos artículos, envié sendas cartas a los directores, tanto de El Telégrafo como de El Universo, pidiendo que las mismas sean publicadas como réplica a dichos artículos. Francamente, yo no confiaba en que la carta a El Telégrafo se publicara, pero tenía confianza en que la carta a El Universo si lo fuera. Sin embargo El Telégrafo publicó mi carta integra en su edición del 8 de junio de 2013, mientras que El Universo, hasta la fecha, esto es 4 días después de enviada, no lo ha hecho, por lo que presumo que ya no lo hará. Ambos hechos me han sorprendido “agridulcemente”, si cabe el término. Los motivos no cabe ahondarlos en este post, pero creo que pueden ser fácilmente deducidos. En fin…

Comparto entonces,  los textos de las cartas que envié a los directores de El Telégrafo y El Universo, ambas bastante parecidas, por lo semejante justamente, de las caducas ideas expresadas en los artículos de marras.

Carta a El Telégrafo:

“Quito, 5 de junio de 2013

Licenciado
Orlando Pérez
Director
EL TELÉGRAFO

De mis consideraciones:

Nunca mejor aplicado el dicho aquel de que “la ignorancia es audaz y ruidosa” que en el artículo “Las minorías quieren imponer las reglas a las mayorías” firmado por Humberto Mancero Mosquera y publicado el pasado 4 de junio en el diario que usted dirige. Lograr que la página de opinión de un diario publique un artículo lleno de falacias, mentiras y supuestos acerca de las personas GLBTI, que llega incluso al disparate de comparar las diversas orientaciones sexuales con parafilias como el bestialismo o la necrofilia, haciendo gala de una insensatez y un oscurantismo profundos, pisando el terreno, incluso, de la injuria y la incitación al odio, es de una osadía rayana en la temeridad, propia de un necio que no se sabe tal.

Pero no satisfecho con esa exhibición de sapiencia, entre otras joyas el agudo articulista se atreve a decir también que los derechos de las minorías deberían ser considerados siempre y cuando representen al menos al 10% de la población. Ingenio puro!

Ahora, el señor Mancero tiene derecho de pensar y escribir lo que le de la gana, pero yo también, como ciudadano responsable debo hacer el intento, aunque sospecho que vano, de ilustrar un poco al sesudo editorialista, para lo cual me permito señalar primero, que las orientaciones sexuales diferentes hace tiempo que dejaron de ser consideradas patologías, de lo cual existe abundante información científica y sicológica que le recomiendo vivamente estudiar; y, segundo, que la democracia no constituye la dictadura de las mayorías. Lo fundamental en ella es la construcción de un sistema en que todos gocen de los mismos derechos y no únicamente quienes hacen mayoría. Las decisiones en democracia jamás deben atropellar a quienes son menos ni el gobierno facilitar herramientas para que eso ocurra.

Al amparo de los derechos constitucionales que me asisten y con la esperanza, aunque creo que vana también, de que esta carta sea publicada como réplica al artículo de Mancero en el diario que usted dirige, quedo de usted.

Atentamente,


Arturo Moscoso Moreno”

(Este es el enlace a la carta reproducida el sábado 8 de junio en El Telégrafo: http://www.telegrafo.com.ec/opinion/cartas-al-director/item/las-minorias-quieren-imponer-las-reglas-a-las-mayorias-2.html)

Carta a El Universo:

“Quito, 6 de junio de 2013

Señor
Carlos Pérez Barriga
Director
EL UNIVERSO

De mis consideraciones:

Me he quedado asombrado con el contenido del artículo denominado “Los privilegios de las minorías” escrito por Pedro X. Valverde Rivera, lleno de falacias e inexactitudes, motivo por el cual, como abogado y miembro de una organización de defensa de los DDHH, creo mi deber aclararle ciertas cosas al señor Valverde sobre las que demuestra un total desconocimiento.

En primer lugar Valverde afirma que “las minorías están de moda”, desconociendo años de luchas de las minorías para lograr el reconocimiento de sus derechos. Hay que aclararle al señor Valverde que no es una moda, es el avance del mundo en el reconocimiento cada vez mayor de los derechos humanos. Por eso mismo, la democracia, que también ha ido desarrollándose a lo largo de los años, no constituye la dictadura de las mayorías. Las decisiones en una democracia que se precie de ser tal jamás deben atropellar a quienes son menos ni el gobierno facilitar herramientas para que eso ocurra. Las minorías no tienen “privilegios”, simplemente son sus derechos que finalmente están siendo reconocidos y respetados.

En relación a la prohibición de símbolos religiosos en las escuelas hay que recordarle o informarle a Valverde que el Ecuador es un estado laico desde la revolución liberal, de la cual estamos conmemorando en estos días 118 años. Es un total absurdo afirmar que se esté reprimiendo creencias prohibiendo símbolos religiosos, los que pertenecen a los templos, no a las escuelas.

En la definición de Valverde de matrimonio, le niega absolutamente tal calidad al matrimonio igualitario. El matrimonio entre personas del mismo sexo es un tema de Derechos Humanos Universales respaldado por la ONU y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los DDHH, y que considera que el matrimonio es un derecho que asiste a todas las personas con independencia de su orientación sexual. Aquí debo nuevamente recordarle a Valverde que en democracia los derechos son para todos y que la función de ésta es buscar la construcción de un sistema en que todos gocen de los mismos derechos y no únicamente quienes hacen mayoría. Si Valverde, al que supongo heterosexual y yo, que también lo soy, podemos celebrar matrimonios con nuestras parejas, no hay razón lógica alguna por la que no puedan hacerlo también las personas con orientación sexual diversa, así como gozar de todos los demás derechos que nos amparan a los demás, incluso procrear o adoptar. Lo contrario es discriminar, lo que no sólo es  inconstitucional y violatario de los DDHH, sino inhumano.

Finalmente Valverde al razonar casi caricaturéscamente sobre el feminicidio, lo que ya de por si ridiculiza un tema muy grave a nivel mundial, desconoce totalmente que este grave delito no es el asesinato de una mujer simplemente, es el asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer. Creo que no puedo ser más claro.

Yo defiendo del derecho del señor Valverde a pensar y escribir lo que le de la gana, así como la obligación que tiene el diario de publicarlo sin censura, pero yo también, como ciudadano y ser humano que se siente directamente ofendido por las expresiones de su artículo, al amparo de los derechos constitucionales que me asisten, solicito a usted que esta carta sea publicada como réplica al artículo de marras en el diario que usted dirige.

Atentamente,



Arturo Moscoso Moreno”

(Esta carta, hasta la fecha, no ha sido publicada en El Universo)