Es un hecho que en caso de aprobarse el proyecto de Constitución, el poder presidencial aumentaría a límites insospechados, y además el Presidente actual, a través del famoso “Régimen de Transición", se constituiría en el mandatario más poderoso y con mayor cantidad de potestades de al menos el último período democrático, sino de la historia de nuestro país, transformando nuestro régimen en una autocracia muy similar al Perú de Fujimori o a la Venezuela de Chávez. Pensaba poner un análisis al respecto en mi blog, pero con el reconocimiento expreso que ha hecho uno de los ministros de la Política (hay como tres), Ricardo “Pativideos” Patiño, de que el oficialismo tendrá más poder, lo estoy dudando. Ya dice esa vieja doctrina jurídica: “a confesión de parte, relevo de prueba”.
Pues sí, en el colmo del cinismo que práctica este gobierno, Patiño, muy suelto de huesos, como ya lo dijeran a su tiempo los ex asambleístas, Wray y Romo, reconoce el poder que tendrá el oficialismo, pero que como son ellos, “los elegidos”, pues esta bien. Palabras que no solo denotan el poco pudor y descaro de esta gente, sino la megalomanía que los embarga.
Más abajo reproduzco la nota de El Comercio que trae las desvergonzadas declaraciones de Patiño y luego un interesante análisis de las mismas que hace el articulista Gonzalo Maldonado.
Y bueno, de todas formas, mas adelante publicaré el análisis de este pésimo proyecto de Constitución para que tengan los elementos suficientes para votar No o en todo caso, anular su voto.
El Gobierno tendrá más poder: Patiño
8/8/2008
Pues sí, en el colmo del cinismo que práctica este gobierno, Patiño, muy suelto de huesos, como ya lo dijeran a su tiempo los ex asambleístas, Wray y Romo, reconoce el poder que tendrá el oficialismo, pero que como son ellos, “los elegidos”, pues esta bien. Palabras que no solo denotan el poco pudor y descaro de esta gente, sino la megalomanía que los embarga.
Más abajo reproduzco la nota de El Comercio que trae las desvergonzadas declaraciones de Patiño y luego un interesante análisis de las mismas que hace el articulista Gonzalo Maldonado.
Y bueno, de todas formas, mas adelante publicaré el análisis de este pésimo proyecto de Constitución para que tengan los elementos suficientes para votar No o en todo caso, anular su voto.
El Gobierno tendrá más poder: Patiño
8/8/2008
De aprobarse el proyecto de nueva Constitución, el oficialismo tendrá más poder, dijo el ministro de la Política, Ricardo Patiño, quien no ve peligro en ello porque “a buena hora somos nosotros y no otros”' los que están en el Gobierno, señaló.
“Está bien que tengamos poder, a buena hora que seamos nosotros y no otros los que tengan poder”, insistió.
Al ser consultado sobre si ve riesgos en que el oficialismo cuente con mayor poder de aprobarse la propuesta de nueva Constitución, Patiño dijo que “a buena hora que (sea) un equipo de gente honesta, un equipo de gente que está convencida de que el poder debe servir para servir y no para servirse”.
“(El poder) lo vamos a utilizar muy bien, no vamos a abusar de él, no hemos abusado, ni vamos a abusar de él, podríamos haber abusado de él, cuántas cosas podíamos haber hecho teniendo la Asamblea (Constituyente) de plenos poderes'', afirmó.
“Utilizamos bien el poder, lo utilizamos para servir, que si hay que usarlo para poner orden lo usaremos ... para arrebatar el poder malhabido”, comentó. *
*Derechos reservados ® 2001-2008 GRUPO EL COMERCIO C.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este contenido sin autorización de Diario El Comercio
La moral de los límites
8/10/2008
“Está bien que tengamos poder, a buena hora que seamos nosotros y no otros los que tengan poder”, insistió.
Al ser consultado sobre si ve riesgos en que el oficialismo cuente con mayor poder de aprobarse la propuesta de nueva Constitución, Patiño dijo que “a buena hora que (sea) un equipo de gente honesta, un equipo de gente que está convencida de que el poder debe servir para servir y no para servirse”.
“(El poder) lo vamos a utilizar muy bien, no vamos a abusar de él, no hemos abusado, ni vamos a abusar de él, podríamos haber abusado de él, cuántas cosas podíamos haber hecho teniendo la Asamblea (Constituyente) de plenos poderes'', afirmó.
“Utilizamos bien el poder, lo utilizamos para servir, que si hay que usarlo para poner orden lo usaremos ... para arrebatar el poder malhabido”, comentó. *
*Derechos reservados ® 2001-2008 GRUPO EL COMERCIO C.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este contenido sin autorización de Diario El Comercio
La moral de los límites
8/10/2008
Por Gonzalo Maldonado Albán
Está bien que tengamos poder, a buena hora que seamos nosotros y no otros los que tengan poder”, dijo Ricardo Patiño el jueves pasado. Hizo esta declaración luego de reconocer públicamente que, si resulta aprobado el proyecto de nueva Constitución dará enormes atribuciones políticas al Ejecutivo.
En vez de ruborizarse, el Ministro de la Política se felicitó por semejante resultado argumentando que “(nosotros) utilizamos bien el poder, utilizamos para servir; que si hay que usarlo para poner orden lo usaremos… para arrebatar el poder mal habido”.
Está bien que tengamos poder, a buena hora que seamos nosotros y no otros los que tengan poder”, dijo Ricardo Patiño el jueves pasado. Hizo esta declaración luego de reconocer públicamente que, si resulta aprobado el proyecto de nueva Constitución dará enormes atribuciones políticas al Ejecutivo.
En vez de ruborizarse, el Ministro de la Política se felicitó por semejante resultado argumentando que “(nosotros) utilizamos bien el poder, utilizamos para servir; que si hay que usarlo para poner orden lo usaremos… para arrebatar el poder mal habido”.
Las palabras de Patiño reflejan lo que en política se conoce como la ‘moral de las consecuencias’, es decir un código que acepta los excesos -como acumular poder o atropellar derechos- siempre y cuando sirvan para un ‘buen fin’.
El problema de seguir una moral como aquella es que la bondad de cualquier causa la establece un círculo reducido de personas -un buró político, por ejemplo- siempre en función de sus intereses políticos particulares.
De esta forma, los simpatizantes del Régimen que detenta el poder terminan justificando -talvez sin darse cuenta- atropellos a los derechos y a las libertades, en nombre de ideales tan nobles como la justicia o la igualdad. Llevada al límite, la ‘moral de las consecuencias’ puede incluso justificar la represión y la violencia.Albert Camus anticipó estos problemas que surgieron con el aparecimiento de sistemas ideológicos cerrados -como el marxismo o el fascismo- que dictan recetas únicas e indiscutibles para entender la realidad. Para solucionarlos propuso que la práctica política fuera guiada ya no por una ‘moral de las consecuencias’, sino más bien por ‘una moral de los límites’.
En un ensayo titulado ‘El destierro de Helena’, Camus aseguró que el ejercicio del poder debía inspirarse en principios de la antigua Grecia como el rechazo del fanatismo y el reconocimiento de las limitaciones físicas e intelectuales del ser humano. Camus reprochaba a Europa el haber olvidado estas verdades evidentes y haberse entregado a utopías políticas que justificaban el uso irrestricto del poder para crear sociedades supuestamente perfectas y felices. Una ‘moral de los límites’ nos inmuniza de la tentación del poder porque consiste en “admitir que el adversario pueda tener razón, en dejarle que se exprese y en reflexionar sobre sus argumentos”, explicó Camus.
Quienes hoy gobiernan parecen no entender estas cuestiones de sentido común. Por eso se atreven a decir en público que está bien que ellos acumulen poder, pero que estaría mal que otros acumulasen un poder igual.
Es una visión política tan miope que les hará cometer errores descomunales, mayores incluso a los que hasta ahora han cometido.*
*Derechos reservados ® 2001-2008 GRUPO EL COMERCIO C.A.
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