Por: Renato Moreno Echeverría
A propósito de la nueva Ley de Tránsito que establece una escala de puntos que pierden, tanto los conductores como los peatones, de acuerdo a la magnitud de las contravenciones, quisiera sugerir, tanto a nuestro “Conductor” como a su Asamblea “ovejuna”, nuevamente en actividad, que se implemente como mecanismo nacional y apegada estrictamente al contenido de la Nueva Constitución , obra apoteósica de unos asesores españoles, que recoge la sabiduría del ideólogo Hans Dietrich, y que le costó al pueblo ecuatoriano la friolera de ciento ochenta millones de dólares, que este sistema genial de los “puntos” no sea solamente para las contravenciones, infracciones o delitos de tránsito, sino para todo lo que tenga que ver con la actitud dolosa o culposa de los ecuatorianos. Sin temor a equivocarme, estoy seguro que tal mecanismo nos ahorraría tiempo y dinero y sobre todo, harían innecesarias muchas instituciones y funcionarios incompetentes, así como los ciudadanos en general sabríamos siempre a qué atenernos si procedemos mal.
A guisa de ejemplo: Si nuestro Redentor moteja a una periodista con el calificativo de “Gordita Horrorosa” pierde un punto, de cien posibles de su licencia para “conducir” los destinos de nuestro País. Si reincide en la ofensa pierde dos puntos. El insulto a funcionarios de elección popular le restará hasta diez puntos, por ejemplo si le agravia al alcalde de Guayaquil; si éste le responde se le resta cinco. Si ordena a su guardia pretoriana reprimir a sus opositores (como en la U. Católica), perderá un punto por cada cabeza rota. Si tacha de “infiltrado” al más “conspicuo de sus admiradores”, pierde veinte puntos, a no ser que el aludido no se de ni por notificado. Si encubre a ministros deshonestos que, por ejemplo, editen pativideos sin “pagar los derechos de autor”, o les disfraza de corderos cuando en realidad son lobos hambrientos, pelucones mutantes de cejas poblanas o partidócratas trepadores, perderá cincuenta puntos. Si reincide ¡chao!.
Ministro que acuda a entrevistas con los reporteros Ortiz y Vera, perderán veinte puntos en el ”manejo” de su respectiva Cartera. Si le hacen notar a su “Sabiduría” que el presupuesto del dos mil nueve está desfinanciado, pierde cien puntos, ¡fuera! Porque el susodicho ministro ha demostrado una capacidad de análisis menor a un niño de seis años! Obviamente, si un ministro demuestra que es un todólogo, que ha servido con patriotismo y desinterés a la partidocracia como al actual régimen, que sabe lo mismo de agricultura, industrias, banco Central y precios “justos”, se le devolverán cien puntos, más los intereses!
Los empleados públicos, que no acudan con su familia y allegados a las concentraciones “multitudinarias y espontaneas”, perderán cincuenta puntos de su licencia para seguir subsistiendo, si reinciden, pasarán a engrosar las multitudinarias concentraciones de desempleados o emigrantes que sostienen la economía nacional.
Si los agricultores comercializan sus productos a un precio mayor que el fijado por el Gobierno, esto es, cinco dólares menos del costo de producción por unidad, perderán además cincuenta puntos de su licencia para obtener un quintal de urea.
Los encuestadores que difundan resultados que no sean abrumadoramente favorables al Gobierno de su Majestad, perderán Cien puntos de su licencia de credibilidad y deberán dedicarse a confeccionar crucigramas.
Los constructores de centrales eléctricas como “San Francisco”, cuya vida útil no sobrepase de un año, perderán un punto, aunque desde otro punto de vista, podrán seguir trabajando en otros proyectos, por el “bien” del Ecuador.
En fin, podría dar mil ejemplos que avalen el sistema de puntos que propongo, es económico, versátil y sobre todo, le permitiría gobernar a nuestro Protector en un ambiente de inconmensurable paz y progreso donde los pájaros (de alto vuelo), entonaran sus candorosos trinos, los borregos balaran agradecidos y la Patria sería de todos , menos de los que han perdido definitivamente , la licencia, por supuesto!
A propósito de la nueva Ley de Tránsito que establece una escala de puntos que pierden, tanto los conductores como los peatones, de acuerdo a la magnitud de las contravenciones, quisiera sugerir, tanto a nuestro “Conductor” como a su Asamblea “ovejuna”, nuevamente en actividad, que se implemente como mecanismo nacional y apegada estrictamente al contenido de la Nueva Constitución , obra apoteósica de unos asesores españoles, que recoge la sabiduría del ideólogo Hans Dietrich, y que le costó al pueblo ecuatoriano la friolera de ciento ochenta millones de dólares, que este sistema genial de los “puntos” no sea solamente para las contravenciones, infracciones o delitos de tránsito, sino para todo lo que tenga que ver con la actitud dolosa o culposa de los ecuatorianos. Sin temor a equivocarme, estoy seguro que tal mecanismo nos ahorraría tiempo y dinero y sobre todo, harían innecesarias muchas instituciones y funcionarios incompetentes, así como los ciudadanos en general sabríamos siempre a qué atenernos si procedemos mal.
A guisa de ejemplo: Si nuestro Redentor moteja a una periodista con el calificativo de “Gordita Horrorosa” pierde un punto, de cien posibles de su licencia para “conducir” los destinos de nuestro País. Si reincide en la ofensa pierde dos puntos. El insulto a funcionarios de elección popular le restará hasta diez puntos, por ejemplo si le agravia al alcalde de Guayaquil; si éste le responde se le resta cinco. Si ordena a su guardia pretoriana reprimir a sus opositores (como en la U. Católica), perderá un punto por cada cabeza rota. Si tacha de “infiltrado” al más “conspicuo de sus admiradores”, pierde veinte puntos, a no ser que el aludido no se de ni por notificado. Si encubre a ministros deshonestos que, por ejemplo, editen pativideos sin “pagar los derechos de autor”, o les disfraza de corderos cuando en realidad son lobos hambrientos, pelucones mutantes de cejas poblanas o partidócratas trepadores, perderá cincuenta puntos. Si reincide ¡chao!.
Ministro que acuda a entrevistas con los reporteros Ortiz y Vera, perderán veinte puntos en el ”manejo” de su respectiva Cartera. Si le hacen notar a su “Sabiduría” que el presupuesto del dos mil nueve está desfinanciado, pierde cien puntos, ¡fuera! Porque el susodicho ministro ha demostrado una capacidad de análisis menor a un niño de seis años! Obviamente, si un ministro demuestra que es un todólogo, que ha servido con patriotismo y desinterés a la partidocracia como al actual régimen, que sabe lo mismo de agricultura, industrias, banco Central y precios “justos”, se le devolverán cien puntos, más los intereses!
Los empleados públicos, que no acudan con su familia y allegados a las concentraciones “multitudinarias y espontaneas”, perderán cincuenta puntos de su licencia para seguir subsistiendo, si reinciden, pasarán a engrosar las multitudinarias concentraciones de desempleados o emigrantes que sostienen la economía nacional.
Si los agricultores comercializan sus productos a un precio mayor que el fijado por el Gobierno, esto es, cinco dólares menos del costo de producción por unidad, perderán además cincuenta puntos de su licencia para obtener un quintal de urea.
Los encuestadores que difundan resultados que no sean abrumadoramente favorables al Gobierno de su Majestad, perderán Cien puntos de su licencia de credibilidad y deberán dedicarse a confeccionar crucigramas.
Los constructores de centrales eléctricas como “San Francisco”, cuya vida útil no sobrepase de un año, perderán un punto, aunque desde otro punto de vista, podrán seguir trabajando en otros proyectos, por el “bien” del Ecuador.
En fin, podría dar mil ejemplos que avalen el sistema de puntos que propongo, es económico, versátil y sobre todo, le permitiría gobernar a nuestro Protector en un ambiente de inconmensurable paz y progreso donde los pájaros (de alto vuelo), entonaran sus candorosos trinos, los borregos balaran agradecidos y la Patria sería de todos , menos de los que han perdido definitivamente , la licencia, por supuesto!