Al menos mientras nuestra vapuleada Constitución actual este vigente, los derechos de opinión y libertad de expresión, así como los de asociación y reunión, están garantizados, por mucho que le pese a “Su Majestad” Correa, el que seguramente, si gana su proyecto de Constitución, se encargará muy rápido, a través de su Corte Constitucional de bolsillo, de conculcarlos.
A Correa realmente le enferma que hayan personas que no comulguen con su autocrático proyecto de gobierno, es casi patológica su molestia cuando alguien expresa su desacuerdo con su forma de hacer política y gobernar. Ni en los peores momentos del represivo gobierno de Febres – Cordero se veía que el Presidente detenga su caravana con el objeto de hacer detener a un ciudadano que, disconforme con la mala situación económica o con la abusiva forma de hacer las cosas en este gobierno, exprese su frustración con una mala seña.
Este comportamiento ha llegado a su clímax con la instigación del “Monarca” a darse de golpes a los estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil, simplemente porque había un grupo que protestaba, primero en contra de su proyecto autoritario de Constitución y segundo, por la realización de una cadena política de promoción de su gobierno y del proyecto constitucional desde las instalaciones de su alma mater. Que hayan habido 50 de un lado y 400 del otro o viceversa es lo de menos, lo realmente preocupante es que un Presidente de la República que debe velar por el bienestar de TODOS los ecuatorianos, no únicamente de los que lo apoyan, instigue, de la forma más descarada y cobarde, a que grupos de estudiantes se den de palos y que, a su vez, la Policía y sus guardaespaldas, violando incluso la autonomía universitaria, les caigan a patada y garrote limpio a éstos, sean del grupo que sea. Una muestra más de polarización de la sociedad que tan útil le ha sido al fascismo, al nacionalsocialismo y los proyectos totalitarios.
Y no señores, aquí no hay malas interpretaciones ni maliciosas lecturas de la prensa, Correa textualmente incita a los alumnos que lo escuchaban en su cansina cadena sabatina a poner en orden a quienes no lo apoyan, y cito textualmente lo manifestado por éste:
“Me dice la seguridad preocupadísima que quiere que salga por otro lado, que hay unos 50 estudiantes ahí con huevos y tomates para tratar de ofenderlo cuando baje…, atiende…, atendame…, atengan… (sic), atiéndanme compañeros, que favor que nos hacen porque esta es la muestra de la prepotencia de nuestra oligarquía. Aquí estamos 400 y 50 quieren oponerse a la mayoría y quieren impedir que el Presidente venga a su ciudad natal y a su universidad, pero señor Rector, señor Vicerrector, es una vergüenza para la Universidad y yo no voy a dejar ofender la majestad presidencial, así que chicos, ustedes resuelvan mismo el problema, ustedes son 400, los otros 50, díganles a esos majaderos que aprendan a ser democráticos y aprendan a debatir con ideas, no con la prepotencia de siempre. Recuerde lo que pasó en Bolivia, igualito era y eso es lo que saca pues la televisión para hacer creer que todos están en contra del gobierno y les damos 8 a 1, así que jóvenes estudiantes, Presidente de la Federación, usted mismo ponga orden con sus compañeros por que el Presidente de la República no permitirá que se ofenda su dignidad”. (El resaltado es mío).
Increíble no?, el Presidente de la República pidiendo a un grupo de estudiantes que vayan y resuelvan una situación que el mismo había creado con su presencia, mientras el escapaba, bien cubierto, por la puerta de atrás. Si tienen dudas, pueden entrar a la página de la Presidencia de la República, escuchar la alocución de Correa del día sábado y verificar que no miento.
Cabe preguntarse: ¿Sí así están las cosas ahora en que aún, pese a todos los atropellos, el Estado de Derecho se mantiene, qué pasará si llega a ganar el proyecto autocrático de Correa y sus secuaces y se consolida un régimen hiperpresidencialista en que todo dependerá de la voluntad del Caudillo?. ¡¡¡Cuídense quienes no estemos de acuerdo con “Su Majestad” y sus esbirros!!!
Para terminar, les dejo con un excelente artículo escrito por Renato Moreno Echeverría:
Su Majestad
A Correa realmente le enferma que hayan personas que no comulguen con su autocrático proyecto de gobierno, es casi patológica su molestia cuando alguien expresa su desacuerdo con su forma de hacer política y gobernar. Ni en los peores momentos del represivo gobierno de Febres – Cordero se veía que el Presidente detenga su caravana con el objeto de hacer detener a un ciudadano que, disconforme con la mala situación económica o con la abusiva forma de hacer las cosas en este gobierno, exprese su frustración con una mala seña.
Este comportamiento ha llegado a su clímax con la instigación del “Monarca” a darse de golpes a los estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil, simplemente porque había un grupo que protestaba, primero en contra de su proyecto autoritario de Constitución y segundo, por la realización de una cadena política de promoción de su gobierno y del proyecto constitucional desde las instalaciones de su alma mater. Que hayan habido 50 de un lado y 400 del otro o viceversa es lo de menos, lo realmente preocupante es que un Presidente de la República que debe velar por el bienestar de TODOS los ecuatorianos, no únicamente de los que lo apoyan, instigue, de la forma más descarada y cobarde, a que grupos de estudiantes se den de palos y que, a su vez, la Policía y sus guardaespaldas, violando incluso la autonomía universitaria, les caigan a patada y garrote limpio a éstos, sean del grupo que sea. Una muestra más de polarización de la sociedad que tan útil le ha sido al fascismo, al nacionalsocialismo y los proyectos totalitarios.
Y no señores, aquí no hay malas interpretaciones ni maliciosas lecturas de la prensa, Correa textualmente incita a los alumnos que lo escuchaban en su cansina cadena sabatina a poner en orden a quienes no lo apoyan, y cito textualmente lo manifestado por éste:
“Me dice la seguridad preocupadísima que quiere que salga por otro lado, que hay unos 50 estudiantes ahí con huevos y tomates para tratar de ofenderlo cuando baje…, atiende…, atendame…, atengan… (sic), atiéndanme compañeros, que favor que nos hacen porque esta es la muestra de la prepotencia de nuestra oligarquía. Aquí estamos 400 y 50 quieren oponerse a la mayoría y quieren impedir que el Presidente venga a su ciudad natal y a su universidad, pero señor Rector, señor Vicerrector, es una vergüenza para la Universidad y yo no voy a dejar ofender la majestad presidencial, así que chicos, ustedes resuelvan mismo el problema, ustedes son 400, los otros 50, díganles a esos majaderos que aprendan a ser democráticos y aprendan a debatir con ideas, no con la prepotencia de siempre. Recuerde lo que pasó en Bolivia, igualito era y eso es lo que saca pues la televisión para hacer creer que todos están en contra del gobierno y les damos 8 a 1, así que jóvenes estudiantes, Presidente de la Federación, usted mismo ponga orden con sus compañeros por que el Presidente de la República no permitirá que se ofenda su dignidad”. (El resaltado es mío).
Increíble no?, el Presidente de la República pidiendo a un grupo de estudiantes que vayan y resuelvan una situación que el mismo había creado con su presencia, mientras el escapaba, bien cubierto, por la puerta de atrás. Si tienen dudas, pueden entrar a la página de la Presidencia de la República, escuchar la alocución de Correa del día sábado y verificar que no miento.
Cabe preguntarse: ¿Sí así están las cosas ahora en que aún, pese a todos los atropellos, el Estado de Derecho se mantiene, qué pasará si llega a ganar el proyecto autocrático de Correa y sus secuaces y se consolida un régimen hiperpresidencialista en que todo dependerá de la voluntad del Caudillo?. ¡¡¡Cuídense quienes no estemos de acuerdo con “Su Majestad” y sus esbirros!!!
Para terminar, les dejo con un excelente artículo escrito por Renato Moreno Echeverría:
Su Majestad
Por: Renato Moreno Echeverría
Después de incitar a sus huestes para que acallaran la voz de protesta de varios cientos de alumnos de la Universidad Católica de Guayaquil, se armó tal despelote que su Majestad debió salir por la puerta de servicio, protegiendo su vehículo con una sábana anti-balas. Mientras en la calle se esparcían los heridos de bando y bando luego de una batalla campal fratricida, en la cual la Policía Nacional reprimió con brutalidad a los detractores del Líder, nuestro Protector salió corriendo, escudado por su guardia de choque. El, tan valiente, tan suelto de lengua, cuando se dio cuenta que los cincuenta majaderos eran sus borregos y cuatrocientos los vociferantes, con esa sabiduría y prudencia a la que nos tiene acostumbrados, tomó las de Villadiego, al fin y al cabo somos seres de carne y hueso y el miedo es libre.
No sé si lo que defendía era la “Majestad de la Presidencia “ o “la Presidencia de su Majestad”, para el caso, es lo mismo, éste dechado de virtudes y buenas intenciones no puede ni siquiera imaginar que le caigan a huevazo limpio sus detractores. ¡Qué malos somos los ecuatorianos!, Dios nos manda un Profeta de sonrisa angelical, Todólogo de nacimiento, Exterminador de la Partidocracia, Non plus ultra de la Sabiduría, valeroso hasta el extremo cuando le rodea su guardia pretoriana. El, que ha venido a remover nuestros corazones, para enseñarnos a odiar a quienes “no son” nuestros semejantes; que nos reparte generosamente bonos de pobreza, vivienda, agrícolas y el pan de cada día a diez centavos. Que da cabida en su gobierno de manera pluralista y magnánima a los trepadores de la partidocracia que venden a sus coidearios por un plato de lentejas. El, que nos ha enseñado a distinguir con claridad meridiana la diferencia entre el bien y el mal: Antes en el Ecuador habían ricos y pobres, desnutridos y bien alimentados; educados y analfabetos, trabajadores y empresarios, curas, militares y civiles; campesinos y ciudadanos, soñadores y pesimistas, AHORA SOLO HAY BUENOS Y MALOS: Buenos son aquellos que comulgan con las ideas de nuestro Protector, los que ejecutan sus mandatos al pie de la letra, los que ven un país Próspero, lleno de oportunidades, trabajo y bienestar. Los que creen firmemente que la “Patria es de Todos”, pero administrada totalmente por su Majestad. Malos son: los que piensan diferente, los que no ven las cien mil casas anuales “construidas” por este Portento, ni los miles de kilómetros de vías asfaltadas, y se dejan arrastrar por su miopía de vislumbrar una Patria descalabrada, un pedazo de pan inaccesible, carreteras llenas de baches, un estancamiento económico sin precedentes que nos ubica como el País de más bajo crecimiento de América Latina. ¡Son malos esos empresarios que reclaman seguridad jurídica!. ¡Malos son los estudiantes universitarios que le dicen No al MAMOTRETO!. ¡Son malas y horrorosas las periodistas que discrepan del pensamiento oficial!. ¡Malos e infiltrados los intelectuales de izquierda que cuestionan los procedimientos arbitrarios de su Majestad!. Malo, supremamente malo es seguramente nuestro Campeón Jefferson Pérez quien después de llenarnos una vez más de gloria, se pregunto asombrado si la bandera y el Escudo del Ecuador que sostenía en sus manos, “todavía son los mismos”, y si la inefable Asamblea Constituyente estaba confiscando la “lengua de los que piensan”. ¡Este atleta, ejemplo de superación y entrega, enamorado de la Patria, Orgullo del Ecuador, rescata con su “maldad “ la dignidad de un pueblo. Prefiero un malo altivo que un “Bueno sumiso”.
Dice un viejo refrán “el que siembra vientos cosecha tempestades”, quizá no esté lejano el día en que este pueblo, cansado de comer cuento y digerir desilusiones, lleno de frustración y coraje le abofetee con un guante a nuestro Bienhechor, delante del séquito pretoriano, sus esbirros e incondicionales y entonces, como ahora, éste Compendio del valor y la sobriedad, deba salir apresurado por la puerta de atrás de la historia! Ya lo dijo el Viejo Luchador “El peor de los gobiernos es mejor que cualquier dictadura”, así sea la dictadura del Gobierno de la “revolución ciudadana”!
1 comentario:
La agenda del gobierno se enmarca en una propuesta corporativista donde se cierra las puertas a la empresa privada aumentando impuestos, renegociando contratos petroleros, cerrando las concesiones mineras ilegalmente y sin posibilidad de recurrir a cortes o amparos. Todo con el fin último de obligar a renegociar contratos y obtener más dinero para financiar subsidios y campañas políticos.
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