jueves, 8 de octubre de 2009

Correa, realidad y ficción

"¿Quién fue el estúpido que lo dijo?" preguntó Correa refiriéndose a que los indígenas son solo el 2% de la población. Y un altivo Marlon Santi respondió: "Usted, señor presidente, usted dijo...".

Correa, realidad y ficción *

Publicado el 08/Octubre/2009 00:12

Por Thalía Flores y Flores

tflores@hoy.com.ec

Reproducir algunas de las denuncias más sonadas que la prensa nacional había sacado a la luz en los últimos tiempos podría lograr exorcizar la demonización de los medios y los periodistas en la que se han empeñado el presidente Correa y el Gobierno de la fallida revolución ciudadana.

El ritual diario de refrescar la memoria colectiva está desmontando la atroz mentira de que "la prensa nunca dijo nada de la corrupción de la banca ni los pasados Gobiernos", repetida de manera constante por el poder siguiendo el concepto goebbeliano de que "una mentira dicha mil veces se convierte en verdad".

El atraco bancario, la manipulación de la justicia por parte de Febres Cordero, el caso Fybeca, el del notario Cabrera, la injerencia del narcotráfico, los sobreprecios en la contratación pública, la "Pichi Corte", las redes mafiosas de "mama Lucha" y decenas más de casos fueron denunciados por la prensa.

Pero no es el único sacudón que el poder está encarando, otros hechos lo ha golpeado. La presencia de los indígenas amazónicos, cargados de rituales ancestrales y adornados con la fuerza moral de su dignidad, sacudió Carondelet al demostrar en la cara de los gobernantes que es absolutamente falso aquello de que "la Patria ya es de todos", porque ellos han sido marginados y hasta vilipendiados por su tradición de llevar pelo largo.

"¿Quién fue el estúpido que lo dijo?" preguntó Correa refiriéndose a que los indígenas son solo el 2% de la población. Y un altivo Marlon Santi respondió: "Usted, señor presidente, usted dijo...".

En los monólogos sabatinos y en las cadenas de Correa, se han desestimado las noticias de la creciente delincuencia. Se acusaba a la prensa de magnificar los hechos, por lo que se despreció la ayuda del Municipio de Guayaquil.

Los asaltos, atracos y las muertes violentas han demostrado que la violencia no era una percepción, sino una dolorosa realidad. Hoy, han sacado el Ejército a las calles reconociendo que declarar en emergencia a la Policía no solucionó el problema cuando Montecristi decidió la reducción de penas y cambió las sanciones para robos y asaltos. Ahora, mientras las cárceles se están vaciando, la delincuencia aumenta.

En lo político, menospreciaron las alertas sobre el riesgo de subordinar a la Asamblea a los decires del Ejecutivo y anular su independencia. Unas anteojeras ideológicas impiden al oficialismo mirar su triste papel. De los diputados de alquiler y los congresos chantajistas, el país ha pasado a una Asamblea genuflexa y miedosa. Los sastres de Montecristi que confeccionaron la Constitución como traje a la medida del jefe han mutado en talleristas que retocan las leyes que les envía Carondelet. Solo unos pocas voces, apenas audibles, de una incipiente oposición, se escuchan de vez en cuando.

El tema indígena ha desnudado el penoso papel de una Asamblea de dóciles alza manos.

Y, como si todo esto no fuera suficiente, el hermano mayor del presidente Correa ha probado que el Gobierno de Alianza País no tiene las "manos limpias", como dice el eslogan. La realidad está demostrando que la revolución ciudadana es una ficción, solo existe en la propaganda.

*Tomado de http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/correa-realidad-y-ficcion-371918.html

jueves, 24 de septiembre de 2009

¡Pobre Panchana!

Hace algunos años Ecuavisa transmitía un programa sensacionalista que tenía por nombre “De la Vida Real”, en el que su presentador, con un particular tono de voz que a mí se me hacía insufrible, narraba las mas truculentas historias de crónica roja, mientras la pantalla destilaba sangre. Nunca me ha gustado este tipo de periodismo, así que, ejerciendo mi derecho como televidente, simplemente apagaba el televisor o le cambiaba de canal a fin de disfrutar, o de buena literatura o de algún programa menos sórdido.

Como no lo veía, no le seguí la pista, así que no tengo ni idea de cuanto haya durado el programita de marras, pero sé que le sirvió a su conductor como trampolín para crecer en el mundillo de la televisión. Más tarde lo vi alguna vez en un programa bastante light de amenidades y farándula, donde su fama se acrecentaba y claro, como es usual en nuestro país, de la televisión daría el salto a la política, siendo elegido como asambleísta constituyente por el movimiento de la “revolución ciudadana”, que dizque iba a acabar con esos vicios de la “partidocracia”, pero bueno, con tal de ganar, todo vale, ¿no?. Ahí, supongo que en agradecimiento por la plataforma política que le brindó AP, su labor fue, por sobre todo, el mantener informado por celular a Alexis Mera de los avances en la aprobación de la Constitución, convirtiéndose en el enlace más fiel entre el Presidente y su sumisa Asamblea, información muy útil que le servía a Su Majestad para conocer quien se estaba desviando del “camino” y poner los correctivos necesarios.

Luego, nuevamente bajo el cobijo del movimiento de los “corazones ardientes”, sería elegido como asambleísta (diputado), cargo desde el cual, en los últimos días ha presentado un proyecto de Ley de Comunicación, supuestamente de su autoría, pero que en realidad parece surgido de las entrañas de Carondelet y más allá de eso incluso, de las entrañas de su principal ocupante, lo que se percibe en el afán controlador de los medios de comunicación que tiene el proyecto, estableciendo registros previos (Art. 24), control de contenidos (Art. 29) y un “Consejo Nacional de Comunicación e Información” que depende, en su mayoría, del Ejecutivo (Art. 42), pretendiendo limitar uno de los elementos esenciales de la democracia como es la libertad de expresión, aunque claro, como hace tiempo que ya no vivimos en un régimen democrático, ¿qué es una raya más al tigre?. El proyecto, además, está mal redactado y es repetitivo, ¿será esa la colaboración del asambleísta en cuestión?

Sin embargo, en donde más se evidencia que el supuesto autor del proyecto no es tal, es en aquella norma que prohíbe el ejercicio periodístico a quien no esté titulado. De ser aprobado entonces, el propio asambleísta, cuando la “revolución ciudadana” por fin termine, no podría retomar su “exitosa carrera periodística”, si la podemos llamar así, puesto que no posee título, y creo que tampoco podría dedicarse a las leyes (es abogado), porque, cabe preguntarse: ¿alguien querría aventurarse con la asesoría del redactor de un proyecto tan malo?

Así, el asambleísta, por su desconocimiento y su obsecuencia con un gobierno al que, pecando de una ingenuidad que no se compadece con su supuesta capacidad de periodista investigativo, cree eterno e infalible, auspicia un proyecto de ley que aparentemente no termina de comprender y que servirá, no sólo para conculcar nuestros derechos a la libertad de expresión y a la información, sino para impedirles trabajar, precisamente, a individuos como él. ¡Pobre Panchana!, no se entera de nada, y peor aún, tampoco quiere que nosotros nos enteremos.

viernes, 11 de septiembre de 2009

La democracia delegativa

Guillermo O’Donnell es un importante politólogo argentino, titular de la Cátedra Hellen Kellog de Gobierno de la Universidad de Notre Dame en Estados Unidos. Hace algunos años, al analizar ciertos gobiernos latinoamericanos, acuñó el término “democracia delegativa”, para ciertas democracias, que si bien cumplían con ciertos requisitos básicos de la democracia, no eran democracias “completas”, si cabe el término, por las circunstancias que se explican en el artículo que transcribo más abajo, el que considero fundamental que lo lean para entender que está pasando con la democracia en ciertos países latinoamericanos, incluido Ecuador.

Tal vez lo encuentren un poco largo, pero vale la pena

La democracia delegativa

Hace unos 15 años, al tratar de entender los gobiernos de Menem; de Collor, en Brasil, y la primera presidencia de Alan García, en Perú, argumenté que estaba surgiendo un nuevo tipo de democracia, a la que llamé delegativa para diferenciarla de la que está ampliamente estudiada: la democracia representativa. Se trata de una concepción y una práctica del poder político que es democrática porque surge de elecciones razonablemente libres y competitivas; también lo es porque mantiene, aunque a veces a regañadientes, ciertas importantes libertades, como las de expresión, asociación, reunión y acceso a medios de información no censurados por el Estado o monopolizados.

Este tipo de democracia, como la que vive hoy la Argentina, tiene sus riesgos: los líderes delegativos suelen pasar, rápidamente, de una alta popularidad a una generalizada impopularidad.

Los líderes delegativos suelen surgir de una profunda crisis, pero no toda crisis produce democracias delegativas; para ello también hacen falta líderes portadores de esa concepción y sectores de opinión pública que la compartan. La esencia de esa concepción es que quienes son elegidos creen tener el derecho ?y la obligación? de decidir como mejor les parezca qué es bueno para el país, sujetos sólo al juicio de los votantes en las siguientes elecciones. Creen que éstos les delegan plenamente esa autoridad durante ese lapso. Dado esto, todo tipo de control institucional es considerado una injustificada traba; por eso los líderes delegativos intentan subordinar, suprimir o cooptar esas instituciones.

Estos líderes a veces fracasan de entrada (Collor en Brasil), pero otras logran superar la crisis, o al menos sus aspectos más notorios. En la medida que superan la crisis logran amplios apoyos. Son sus momentos de gloria: no sólo pueden y deben decidir como les parece; ahora ese apoyo les demuestra, y debería demostrar a todos, que ellos son quienes realmente saben qué hacer con el país. Respaldados en sus éxitos, los líderes delegativos avanzan entonces en su propósito de suprimir, doblegar o neutralizar las instituciones que pueden controlarlos.

Aquí se bifurcan las historias de estos presidentes. Algunos de ellos, como Kirchner (y Menem en su momento), tuvieron la gran ventaja de lograr mayoría en el Congreso. Sus seguidores en este ámbito repiten escrupulosamente el discurso delegativo: ya que el presidente ha sido electo libremente, ellos tienen el deber de acompañar a libro cerrado los proyectos que les envía "el Gobierno". Olvidan que, según la Constitución, el Congreso no es menos gobierno que el Ejecutivo; producen entonces la mayor abdicación posible de una legislatura, conferir (y renovar repetidamente) facultades extraordinarias al Ejecutivo.

En cuanto al Poder Judicial (en el caso nuestro, a contrapelo de buenas decisiones iniciales en la designación de miembros de la Suprema Corte y reducción de su número), se van apretando controles sobre temas tales como el presupuesto de esa institución y, crucialmente, las designaciones y promociones de jueces. Asimismo, con relación a las instituciones estatales de accountability (rendición de cuentas), auditorías, fiscalías, defensores del pueblo y semejantes, se apunta a capturarlas con leales seguidores del presidente, al tiempo que se cercenan sus atribuciones y presupuestos. Todo esto ocurre con entera lógica: para esta concepción supermayoritaria e hiperpresidencialista del poder político, no es aceptable que existan interferencias a la libre voluntad del líder.

Por momentos, el líder delegativo parece todopoderoso. Pero choca con poderes económicos y sociales con los que, ya que ha renunciado en todos los planos a tratamientos institucionalizados, se maneja con relaciones informales. Ellas producen una aguda falta de transparencia, recurrente discrecionalidad y abundantes sospechas de corrupción.

En verdad, ese líder no puede tener verdaderos aliados. Por un lado, tiene que lidiar con los nunca confiables señores territoriales. Ellos deben proveer votos, así como un control de sus territorios que, sin importarle demasiado al líder cómo, no genere crisis nacionales. Por supuesto, los gobernadores (no pocos de ellos también delegativos, si no abiertamente autoritarios) pasan por esto facturas cuyo monto depende del cambiante poder del presidente; así se pone en recurrente y nunca finalmente resuelta cuestión la distribución de recursos entre la Nación y las provincias.

En cuanto a los colaboradores directos de estos líderes, ellos tampoco son verdaderos aliados. Deben ser obedientes seguidores que no pueden adquirir peso político propio, anatema para el poder supremo del líder. Tampoco tiene en realidad ministros, ya que ello implicaría un grado de autonomía e interrelación entre ellos que es, por la misma razón, inaceptable.

Asimismo, el líder suele necesitar el apoyo electoral de otros partidos políticos, algunos de los cuales se tientan con la posibilidad de beneficiarse de la popularidad de aquél. Pero estos partidos tampoco pueden ser verdaderos aliados; su a veces ostensible oportunismo los hace poco confiables, y el propio hecho de que sean otros partidos muestra al líder que tampoco lo son para acompañarlo plenamente en su gran tarea de salvación nacional. Además, si fueran realmente tales aliados, el líder tendría que negociar con ellos importantes decisiones de gobierno, lo cual implicaría renunciar a la esencia de su concepción delegativa.

Los líderes delegativos inicialmente exitosos generan importantes cambios, algunos de ellos, en casos como el nuestro, de signo e impactos positivos. Pero por eso mismo van apareciendo nuevas demandas y expectativas, junto con el resurgimiento de antiguos problemas. La complejidad de los temas resultantes exigiría tomar complejas decisiones; pero ellas sólo son posibles con participación de sectores sociales y políticos que sólo pueden hacerlo ejerciendo una autonomía que el líder delegativo no está dispuesto a reconocerles.

De esta manera, los líderes se van encerrando en un estrecho grupo de colaboradores, que quedan cada vez más atados al supremo valor de la "lealtad" al líder. A su vez, quienes en el Estado y desde el llano apoyan desinteresadamente al líder comienzan a dar señales de desconcierto y preocupación. Comienzan a resentir que sólo se los convoque para aclamar las decisiones del Gobierno. Es típico de estos casos que a períodos iniciales de alta popularidad suceden abruptas caídas y, con ello, una cascada de "deserciones" de quienes hasta hacía poco proclamaban incondicional lealtad al líder.

Cuando aparece la crisis de estos gobiernos, el país se encuentra con debilidades institucionales que el líder delegativo se ha ocupado de acentuar. Entonces, los señores territoriales empiezan a tomar distancia de ese líder. Por su parte, los partidos que creyeron ser aliados y descubren que sólo podían ser subordinados instrumentos, comienzan a recorrer un complicado camino de Damasco hacia otras latitudes políticas.

Desde su creciente aislamiento, el líder reprocha la "ingratitud" de quienes, luego de haberlo aplaudido, ahora resienten la reemergencia de graves problemas y las maneras abruptas e inconsultas con que intenta encararlos (si no negarlos como malicioso invento de condenables intereses expresados en los nunca tan molestos medios de comunicación). Este es un estilo de gobernar que corresponde rigurosamente a la constitutiva vocación antiinstitucional de la democracia delegativa.

De hecho, el líder tiende a adoptar un mecanismo psicológico bien estudiado, típico de estas situaciones: no logra distinguir caminos alternativos y se aferra a seguir haciendo lo mismo y de la misma manera que no hace mucho funcionó razonablemente bien. A esta altura de los acontecimientos, otros líderes delegativos se encontraron huérfanos de todo apoyo organizado. En cambio, entre nosotros, el matrimonio presidencial tiene la ventaja de contar con parte del Partido Justicialista; pero, mostrando la raigambre de sus visiones, éste es manejado con la misma discrecionalidad que su gobierno.

A medida que avanza la crisis, el líder apela al apoyo de los verdaderos "leales" y arroja al campo del mal no ya sólo a los eternos herejes de la causa nacional, sino también a los "tibios". El líder ya no vacila en proclamar que el principal contenido de toda la oposición es ser la antipatria, de las que nos quiere salvar. La imagen asustadora del retorno a la crisis de la que nació su gobierno -el caos- aparece en su discurso. En cuanto a la oposición, tiende a aglomerar, entre otros, a sectores sociales y actores políticos que aquél justificadamente criticó. De allí resultan incómodas compañías, intentos de diferenciación y apuestas en pro y en contra de la polarización que impulsa el líder delegativo.

Entonces también surge uno de los riesgos de la democracia delegativa: en respuesta a la crispación que produce a su líder la para él/ella injustificable aparición de aquellas oposiciones, le tienta amputar o acotar seriamente las libertades cuya vigencia la mantienen en la categoría de democrática. Que este riesgo no es baladí se muestra en el desemboque autoritario de Fujimori en Perú y de Putin en Rusia, y en el similar desemboque hacia el que hoy Chávez empuja a Venezuela. Felizmente, la Argentina no tiene las condiciones propicias para ese desenlace, pero no es ocioso recordar que la democracia también puede morir lentamente, no ya por abruptos golpes militares sino mediante una sucesión de medidas, poco espectaculares pero acumulativamente letales.

En la lógica delegativa, las elecciones no son el episodio normal de una democracia representativa, en las que se juegan cambios de rumbo pero no la suerte de gestas de salvación nacional. Para una democracia delegativa, hasta las elecciones parlamentarias adquieren auténtico dramatismo: de su resultado se cree que depende impedir el surgimiento de poderes que abortarían esa gesta y devolverían el país a la gran crisis precedente. Hay que jugar todo contra esta posibilidad porque, para esta concepción, todo está realmente en juego. Es importante entender que estos argumentos no son sólo recursos electorales; expresan auténticos sentimientos.

La repetición de estos episodios no es casual; obedece al despliegue de una manera de concebir y ejercer el poder que se niega a aceptar los mecanismos institucionales, los controles, los debates pluralistas y las alianzas políticas y sociales que son el corazón de una democracia representativa. En el transcurso de su crisis, cuando acentúa su discurso polarizante y amedrentador, esta manera de ejercer el poder recibe apoyos cada vez más escasos y endebles, al tiempo que acumula enojos de los poderes e instituciones, políticos y sociales, que ha ido agrediendo, despreciando y/o intentando someter. El período de crisis de las democracias delegativas es de gran aceleración de los tiempos de la política; no deja de ser paradójico, aunque entendible dentro de esta concepción, que sea el líder delegativo quien más contribuye a esa aceleración -como todo le parece en juego, casi todo pasa a ser permitido-.

Con estas reflexiones expreso una honda preocupación. Estoy persuadido de que el futuro de nuestro país depende de avanzar hacia una democracia representativa. No sé si será posible moverse de inmediato en esa dirección. Esta duda se refiere a un Poder Ejecutivo que parece poco dispuesto a reconducir su gestión. También incluye una oposición que contiene importantes franjas que han demostrado compartir estas mismas concepciones y prácticas delegativas, y no es seguro que las abandonen si triunfan en estas y futuras elecciones. Queda abierta la gran cuestión -que algunas campañas electorales por cierto no despejan- de si el aprendizaje de los defectos y costos de la democracia delegativa se encarnará efectivamente en comportamientos y acuerdos que la superen.

Típicamente, los períodos de visible crisis del poder delegativo, recomponible o no, reencauzable o no, son de gran incertidumbre. Con ellos tendremos que vivir, sin perder la esperanza de que, aunque mediante oblicuos y ya largos caminos, nuestro país se encamine hacia una democracia representativa. Ella vale por sí misma; es también condición necesaria para ir dando solución a los múltiples problemas que nos aquejan.”

Tomado de: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1132901

Si les interesa leer más artículos de O’Donnell les recomiendo los siguientes libros:

Contrapuntos: ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización, (1997)

Disonancias. Criticas democráticas a la democracia (2007)

viernes, 24 de abril de 2009

Premoniciones

Seguramente el lunes 27 de Abril, todos los noticieros del país comentarán ampliamente sobre las elecciones del día Domingo. Una vez más se presentará como el gran triunfador el presidente Correa y seguramente muchos de sus copartidarios que han terciado en estos comicios. Se habrá consolidado “la Patria de Todos” y la revolución ciudadana se encaminará decidida hacia el ignoto paraíso del Socialismo del siglo veinte y uno.

Sintiéndose más fuerte que nunca, nuestro Benefactor insistirá en sus postulados que incluyen desde la “recompra a treinta centavos de su valor real de toda la deuda “ilegítima, Ilegal, impagable” hasta cristalizar definitivamente el proyecto de ley que mensualiza el pago de los fondos de reserva a los afiliados, mas otras maravillas que nos abrirán ampliamente las puertas del “Cuarto Mundo”, privilegio reservado solamente a unos cuantos países de África.

Los tenedores de los bonos estigmatizados, anonadados por la “capacidad negociadora” de nuestro líder, se esforzarán por transar con el Estado Ecuatoriano ofreciendo no solo los descuentos plateados sino incentivos como en las recargas de celulares, “tres por uno” (hasta la fecha nunca he llegado a hacer uso de estos tiempos suplementarios). Los Organismos Internacionales de crédito, se disputarán el privilegio de prestarle al Ecuador todo el “dinero ilegal” del mundo necesario para su desarrollo, al fin y al cabo, nuestro sabio Conductor es el creador del sistema monetario que trasmuta los genes del dinero legal que nos prestan en dinero ilegal que nos cobran. No me asombraría que esta genialidad de un Doctor en economía, le valga el Premio Nobel 2009. Estoy seguro que todos los estados civilizados del planeta copiarán la receta y entraremos de lleno a la nueva era que enterrará por siempre al neoliberalismo y la economía globalizada, reemplazando estos anacronismos por el gran paradigma “tu me prestas, busca quien te pague”. Ese será el pilar de la confianza internacional que honrarán las naciones (me refiero a honras fúnebres).

Si las cosas no resultan como plantea nuestro Protector, si los tenedores de la deuda ilegítima dicen “nones”,” nos vamos a juicios que, sumados a los presentados en los tribunales internacionales por Texaco, Perenco, Repsol, Occidental y Burlington, suman fácilmente la bicoca de quince mil millones de detestables dólares, entonces se pondrá fea la cosa y nuestro Mago deberá sacar de su manga ese maravilloso “As“, que los dioses entregan solamente a sus mimados y que viene en dos formatos, el “As… ta la vista Baby” y el “As… me reir” de las finanzas patojas. Si mismo nada funciona, de la otra manga, (pues son dos), puede sacar ya no un “As” sino el no menos famoso “Sucre de a perro”, que tiene la virtud de correr a la velocidad de la luz hacia la inflación. Con su poder de convicción, este Keynes criollo quizá consiga que estos chulqueros, tenedores de bonos 2013, 2030, acepten cambiar sus papeles, eso si, a la par, por unos doce containers de la nueva moneda, lo que les permitirá comprarse, en el mercado paralelo, una caja grande de chicles para que mastique su codicia. Si funciona, esto le valdrá otro premio nobel de economía (hasta ahora solo daban uno), si no funciona, ¡ahí si nos jodimos! El Sucre de a perro seguramente se volverá con el rabo ente las piernas a posarse en las plantas de su Amo y los ecuatorianos haremos unos cuantos huecos más a la “correa” que terminará asfixiándonos por inanición. Entonces…..será tiempo de una nueva elección, de “Papa Doc del Ecuadoc”

f) Renato Moreno Echeverría

jueves, 23 de abril de 2009

¡Se fregó el Obama!

Es casi seguro que el 26 de abril próximo Rafael Correa ganará la presidencia de la República en la primera vuelta (aunque siempre pueden haber sorpresas), y de ahí en más, salvo elecciones de parlamentarios andinos en junio, ¡no tendremos elecciones en 4 años!, ¿se pueden imaginar a este país sin elecciones?, nos vamos a sentir raros al principio, pero luego disfrutaremos de una extraña sensación de tranquilidad, salvo, claro, que a nuestro líder se le ocurra organizar alguna sólo para mantener la práctica.

En todo caso, después de estas elecciones, Correa, aparentemente, tendrá el control de todos los poderes, pero dada la disímil composición de su movimiento, integrado por grupos con diferentes intereses pugnando por su cuota de poder, la Asamblea podría escapársele de las manos, por lo que ha planteado la posibilidad de llegar a acuerdos mínimos con la oposición (¡guau!, aunque claro, también ha hablado de disolver la Asamblea si no está conformada a su gusto), para lo cual valdría la pena que tomara de ejemplo al Presidente Obama y su apertura para con los denostados republicanos.

En esa línea me permito publicar y enviarles este artículo, un tanto antiguo, del Pájaro Febres Cordero, pero que ha propósito de nuestras próximas elecciones y del ofrecimiento de acuerdos de Correa, adquiere plena vigencia. Ojala que el Presidente lo leyera, y más allá todavía, lo entendiera.

¡Se fregó el Obama!*

¿Se emocionaron con el triunfo de Obama? Yo también. Es que después del presidente más tonto, enfatuado, abusivo y tramposo que ha tenido el imperio a lo largo de su historia, llega uno inteligente, joven, negro. Y demócrata. Capaz de insuflar esperanzas en un nuevo destino. Pero lo que más me gustó fue su discurso, en que reconoció los méritos de su adversario y su aporte a la nación a lo largo de su vida, para luego pedirle colaboración en su gobierno. ¡Qué entereza! Dejó atrás las luchas de campaña y, con un gesto de auténtico triunfador, le tendió su mano. Luego, llamó a todos, partidarios y opositores, a trabajar unidos por un país mejor.

Pasada la emoción que me produjo ese discurso, ¡me pegué un susto! Y es que, escuchando a Obama, creo que anda medio equivocado en su manera de hacer política y, por eso, le puede ir muy mal en su gobierno porque, en los nuevos tiempos que corren, los líderes ya no deben actuar con altruismo y visión de futuro. Ese estilo como que quedó totalmente out.

Ahora, los nuevos líderes tienen que hacer sentir todo el peso de su poder y lograr que sus adversarios muerdan el polvo de la derrota y, por lo tanto, se excluyan, se esfumen, desaparezcan para que en el firmamento brille solo la estrella refulgente del vencedor, que se erige en dueño absoluto de la verdad, poseedor de todas las virtudes, luz y guía del destino. Por eso, en lugar de decir que MacCain es un ciudadano ejemplar, más bien era de que diga que es un digno representante de la partidocracia y que por eso va a ser sepultado en el olvido de esa larga noche neoliberal que su patria ha vivido con Bush. ¡Qué bien que hubiera quedado! Fu, con esa frase, seguro que desde ya ganaba la reelección.

¡Qué tonto el Obama! Perdió la gran oportunidad de reivindicar su victoria y engrosar las filas de los mandatarios verdaderamente revolucionarios. ¡Cómo ha de desperdiciar ese instante para decir que les dio tres a uno a los de Bevery Hills de Samborondón, que es donde viven los republicanos pelucones! Eso hubiera hecho delirar a las masas que, frenéticas, hubieran comenzado a corear three to one, three to one, we win, we win.Y, además, sí era que esté un poquito mejor preparado para la celebración y vaya llevando una orquesta, por lo menos. ¡Más secote! Le bastó con besar a su mujer y a sus hijas y abrazarse con sus colaboradores, y se fue a dormir (algo que tampoco se usa en estos tiempos de insomnio revolucionario). Una cancioncita era por lo menos que cante sobre la tarima, aunque sea esa que dice the people united nevertheless will be vencited, lo que le hubiera asegurado el apoyo a la hora de disolver el Congreso (como hace cualquier líder moderno que se precie) para, por fin, cambiar la Constitución y después instalar el little congress presidido por algún Lamb de por ahí. ¡Eso es pues revolución!

¿Y ahora, qué hará Obama sin tener a quién insultar, sin tener con quién peliar, sin tener qué disolver, sin tener a quién echar la culpa de sus propios errores? O sea, perdió el gran chance de ser un auténtico líder, amo y señor de cortes, tribunales y diputados. Ante eso, le va a tocar solo sentarse a gobernar. ¡Ya se fregó!

Francisco Febres Cordero

*Tomado de El Universo de 9 de noviembre del 2008

Por sus fueros

No pondría mis manos al fuego por alguien que no conozco y en el caso del Mayor Manuel Silva, salvo lo que ha publicado la prensa, no tengo más información. En todo caso, si creo que en este asunto, cuyo nuevo capítulo ha sido la baja de Silva de las filas policiales, hay temas muy sospechosos que necesitan ser aclarados hasta las últimas consecuencias, porque todo lo que se ha percibido hasta ahora nos lleva a pensar en oscuros intereses moviendo los hilos a fin de que la verdad no se conozca.

En esa línea les mando este artículo de Renato Moreno Echeverría:

En el gobierno de la revolución ciudadana, presidido por Correa y sus Cuarenta ministros, la Patria de Todos se ha convertido en la “Patria de Ripley”, donde lo insólito se hace cotidiano y el humor negro alcanza su máxima expresión:

Un oficial de policía que durante diecisiete años de su vida se dedicó por entero, en las filas policiales a investigar los delitos de narcotráfico, que tiene un palmarés brillante de primeras antigüedades y condecoraciones, que ha dado golpes certeros y mortales a los capos de la droga, contribuyendo vitalmente a la captura de toneladas de alcaloides, es DADO DE BAJA por un Consejo de Generales de la Policía, mediocres y timoratos, que acogen “disposiciones superiores” para sacar del escenario al pundonoroso y ejemplar Mayor Manuel Silva, que a la sazón, se había convertido en una piedra en el zapato de quienes hoy desgobiernan el País.

Los hombres transparentan lo que son, más allá de su verborrea atosigante, de sus explicaciones nada claras, de sus mentiras consuetudinarias, queda desnuda la imagen del tirano, de los vende patria, de los implicados en oscuros pactos y trasnochadas intenciones que se evidencian en sospechosas contradicciones entre Presidente, Ministro y exsubsecretario. La inexorable historia, tarde o temprano, develará los hechos y el Ecuador del mañana sabrá de las falacias de estos funcionarios inescrupulosos que nada hicieron por cortar los tentáculos de la narco-guerrilla, que visitaron a Reyes en Angostura y precipitaron al Ecuador a la debacle del sicariato, la corrupción en todas las esferas políticas, el imperio del odio, el atropello y la pobreza generalizada.

Este pundonoroso oficial de policía, dentro de la práctica rutinaria de la UIES, en la que ejerció las funciones de Director, SEIS VECES fue sometido a la prueba del “Polígrafo”, el famoso “detector de mentiras”, para investigar si alguna vez había flaqueado en su misión. Las SEIS VECES salió incólume y a ese oficial , digno, probo, intachable, el consejo de Generales de la Policía le da de baja, por faltar “once días a las nuevas funciones asignadas en la Provincia de Tungurahua”, olvidándose, estos timoratos desvergonzados, que la vida, la carrera y el honor de este oficial ejemplar estaban en juego por la frontalidad de sus declaraciones, que han dejado al desnudo a ministros farsantes, a subsecretarios extremistas y sobre todo ha develado las estrechas relaciones de funcionarios de este gobierno con los capos del narcotráfico y la narco-guerrilla. Me gustaría saber, por higiene pública, si alguna vez los miembros del Consejo de Generales de la Policía, que hoy truncan la carrera de un oficial brillante, se han sometido a la “prueba del polígrafo”. No basta dotar a los elementos del orden de armas, vehículos, sistemas sofisticados de comunicación, buenos sueldos, hay que cultivarlos día a día, con el ejemplo de sus superiores y con la honestidad y transparencia de sus gobernantes.

El Mayor Silva se ha ganado el respeto y la admiración de los ciudadanos honestos; el Consejo de Generales de la Policía ha perdido un miembro de sus filas que podría reemplazarlos, a cualquiera de ellos, con sobra de merecimientos. En la Patria de Ripley, todo es posible.

f) Renato Moreno Echeverría

miércoles, 22 de abril de 2009

Carta de Diego Ordoñez






Me permito publicar y enviarles esta carta de Diego Ordoñez, candidato a asambleísta nacional por la UDC (5), porque creo que es uno de los pocos por los que vale la pena votar este próximo 26 de abril, político joven y honesto, quién con valentía ha sabido enfrentar a un gobierno autoritario y abusivo, pese a la persecución de que ha sido objeto.

Carta:

ESTA CAMPAÑA HA SIDO LLENA DE EMOCIONES MUY INTENSAS. EN ESMERALDAS SE ME ACERCÓ UN SEÑOR QUE SE IDENTIFICÓ COMO AFILIADO AL MPD, ME DIJO QUE VOTARIA POR MI PORQUE EN MI PUBLICIDAD NO ESTABA SONREIDO….”NO HAY DE QUE REIRSE” ARGUMENTÓ.

HE RECOGIDO LA FRUSTRACION DE ECUATORIANOS QUE APOYARON UNA OFERTA MENTIROSA. ME HA CONMOVIDO HASTA LAS LAGRIMAS LA SENSACION DE IMPOTENCIA QUE ACOMPAÑA A ESA FRUSTRACION. Y ESTO SE HA REPETIDO EN TODAS LAS CIUDADES QUE HE VISITADO.

EN AMBATO, UNA FAMILIA DE DOS HERMANAS Y UN HERMANO ME SIGUIERON POR VARIAS CUADRAS MIENTRAS DISTRIBUIA LA POSTAL QUE LES ADJUNTO, PARA DECIRME, AL IGUAL QUE EL DUEÑO DE UN LOCAL DE COMIDAS POPULARES, QUE MI CANDIDATURA LES HACIA ABRIGAR ESPERANZA….ME ABRUMÓ TANTA RESPONSABILIDAD…

EN CUENCA, PERIODISTAS QUE EN OCASIONES ANTERIORES HABIAN SIDO HOSTILES POR SU FILIACION CORREISTA, LUEGO DE CONCLUIDA UNA ESTREVISTA INVOCARON A LOS OYENTES QUE VOTEN POR MI “POR QUE LA DEMOCRACIA EXIGE QUE HAYA OPOSICION DE ESTE TIPO”.

EN LA CALLE “BAHIA” EN GUAYAQUIL, ME DIJERON….”CLARO ÑAÑO…POR ESTE BERRACO, SI”

DISCULPEN LA IMPERTINENCIA DE COMPARTIR ESTAS EXPERIENCIAS PERSONALES DE ESTOS DÍAS (HAY MUCHAS MAS), PERO DE ESTE TIPO SON LAS QUE ME RATIFICAN QUE A PESAR DE LOS RIESGOS Y LAS DIFICULTADES, INTERVENIR COMO CANDIDATO A ASAMBLEISTA NACIONAL POR LA LISTA 5 FUE LA RESPUESTA A LA NECESIDAD DE ENFRENTAR A LA MAYOR AMENAZA QUE CONTRA LAS LIBERTADES Y LA DEMOCRACIA HEMOS TENIDO EN LOS ULTIMOS 30 AÑOS.

INSPIRADO EN ESO, ME PERMITO PEDIRLES SU APOYO A TRAVÉS DE SU VOTO EN PLANCHA POR LA LISTAS 5, Y SI EL TIEMPO LES PERMITE Y COINCIDEN CON EL PROPOSITO, ENVIAR ESTE MAIL A SUS CONTACTOS.

GRACIAS POR SIEMPRE


DIEGO ORDOÑEZ

jueves, 12 de marzo de 2009

Dos escenarios posibles

Por: Renato Moreno Echeverría

Supongamos que el señor Chauvin dice toda la verdad. En ese caso, él se reunió siete veces con Raúl Reyes, el segundo de las FARC, en el campamento de Angostura; el camarada “Juan” sería el ex ministro Larrea y, fundamentalmente, el Comandante “Nacho”, habría actuado por delegación de éste para mediar en la liberación de los secuestrados. Loable el fin, ¿inapropiados los medios? ¡Negativo!, las reuniones en territorio ecuatoriano son una evidencia de que miembros del gobierno conocían del paradero de Reyes y lo protegían! De ahí se explicaría la reacción del Presidente Correa rompiendo inmediatamente relaciones diplomáticas con Colombia a fin de limpiar toda sombra de duda que tuviera la narco guerrilla de que fueron traicionados, lo cual habría sido terriblemente peligroso para todos los funcionarios involucrados, pues todos conocemos las cruentas retaliaciones que practica esa organización con delatores y desertores.

En esa reacción se puede apreciar también, la frustración de nuestro Mandatario de no haberse podido anotar el tremendo “porotazo” de ser él propiciador exitoso de la liberación de los rehenes lo cual, por supuesto, habría extendido su fama y popularidad hasta los más recónditos parajes del Universo. ¿Quién no aspiraría tal protagonismo? Pero quiero ser enfático, creo que el Presidente Correa, ni es panigerista de la narco-gerrilla, ni se involucraría jamás en los turbios negocios del narcotráfico!, Sus defectos, menores felizmente, son otros: un egocentrismo casi delirante, una prepotencia insoportable, una adicción enfermiza al poder y un menosprecio despiadado de todos los que no piensan como él. Bajo este escenario, aunque resulte difícil hacernos tragar sus ruedas de molino, las aguas pueden volver a su cauce normal, con uno cuantos chivos expiatorios de menor cuantía que asuman sus errores y le libren de toda culpa.!Amen!

El segundo escenario posible, aquel en que nuestro Benefactor ignoraba totalmente los viajes de este “Gulliver Bolivariano”, la entrevista del “Camarada Juán” con Raúl Reyes en Angostura (territorio ecuatoriano), los viajes al mismo campamento de Juán de Dios Parra, así como los tours de adoctrinamiento de los estudiantes mexicanos; significaría que a espaldas de nuestro Presidente sus más íntimos colaboradores conspiraban contra la seguridad nacional, en cuyo caso debería denunciarlos sin ambages y pedir que sean juzgados por “Traición a la Patria”, pero…ni los denuncia, ni los increpa, mas bién pide disculpas al comandante Nacho por haber decidido cuidar, en primer término, la “transparencia de su gobierno” antes que la “límpida reputación del ex subsecretario”, ¡de Ripley señores!

Juzguen los ecuatorianos donde está la verdad, ojala exista un tercer escenario mas propicio que nos deje a todos satisfechos de la pulcritud de procedimientos del Primer Mandatario, de su sinceridad y amor a la Patria, Tierra Sagrada.

jueves, 12 de febrero de 2009

El Cartel

Por: Renato Moreno Echeverría

Hace unos días leí el libro “El Cartel de los Sapos”, que relata la truculenta y escalofriante historia del narcotráfico en Colombia desde la perspectiva y vivencias de uno los capos arrepentidos, Antonio López López. Allí nos cuenta en forma descarnada como esta red de corrupción y crimen alcanzó a todas las esferas del entorno político y social del hermano país.

Los tentáculos del narcotráfico son tan poderosos que refrendan la cínica afirmación de un temido mafioso colombiano de que “en su nómina estaban desde el Presidente del país hasta el conserje”. En efecto, gobierno, ejército, policía, paramilitares y guerrilla se han involucrado en este emporio del delito, que no conoce fronteras ni limitaciones y que mueve ilícitamente miles de millones de dólares que superan en mucho el presupuesto de cualquier nación tercermundista. “Poderoso caballero es don dinero” y mucho más, en esos montos; tapa la boca y la conciencia de gobernantes inescrupulosos, carcome el honor y la hombría de bien de los políticos, militares, jóvenes y profesionales. Usa las fuerzas irregulares para que los protejan y repriman cruelmente a sus “Enemigos”.

El panorama se hace más tenebroso todavía, cuando las FARC asumen un papel protagónico en el suministro de cocaína y la protección a los narcotraficantes, cerrando el círculo vicioso de recaudar ingentes montos para armamento y golpear al “imperio” resquebrajando su integridad y poder.

Esta ilícita actividad que en Colombia y México ha dejado una estela de sangre y dolor en miles de ciudadanos que han sido ajusticiados, culpables o no , por un sicariato infernal que ejecuta sin dilaciones ni piedad y “ajusta cuentas” a justos y pecadores indiscriminadamente, ha traspasado las fronteras patrias y comienza a enseñorearse en el Ecuador, comprometiendo a las altas esferas del Poder, a miembros de las fuerzas armadas y ciudadanos en general. Si no, cómo explicar que el señor Chauvin, Subsecretario, asesor y amigo de muchos años del otrora todopoderoso ex-ministro Larrea, miembro “honorífico” de las organización de Derechos Humanos que preside el chileno Juan de Dios Parra, aquel señor que hizo la apología de la inocencia y buena fe de las narcoguerrilleras heridas en Angostura, esté implicado hasta el cuello con los “Ostaiza”, supuestos narcotraficantes y lavadores de dinero de las FARC, ¡un coctel realmente muy peligroso!, que ya ha cobrado la vida de dos personas a manos de los sicarios y que definitivamente erradica nuestra “paz franciscana” y pone en tela de duda la transparencia de un gobierno permeable, que guarda un silencio que parece cómplice, que permite la instalación de campamentos guerrilleros en nuestras selvas desde donde el “comandante” Reyes, adoctrinaba a inocentes estudiantes “bolivarianas”; que no impele a jueces y fiscales para qué realicen oportunas y concienzudas investigaciones de autores, cómplices y encubridores de estas felonías, mientras se escapan los peces gordos en las narices de la policía. El gobierno de la “revolución ciudadana” tiene la obligación moral de demostrar que “la Patria de todos”, no está siendo carcomida por el gusano de la narco-guerrilla, empezando por aclarar esas importantes aportaciones de dudosa procedencia que aún no se investigan, que hipoteca la paz y dignidad de la República!

miércoles, 4 de febrero de 2009

El legítimo contradictor

Por: Renato Moreno Echeverría

¿Quién puede enfrentar con éxito en las próximas elecciones presidenciales, al todopoderoso Rafael? ¡quizá el “Hombre Araña desafiando las “alturas” del Poder, la bien aceitada maquinaria de propaganda atosigante y la irresistible fuerza de los tentáculos del omnímodo, matizados por la pasión desbordante que genera su palabra milagrosa. Lamentablemente, el “Hombre Araña” es norteamericano y nuestra flamante y maravillosa Constitución prohíbe expresamente participar a estos míticos seres en contienda electoral alguna.

Así las cosas, nos quedan entonces tres o cuatro reliquias de la triturada partidocracia que, luego de invernar en el miedo y el silencio, otean el ambiente y se lanzan presurosos al ruedo para ofrecernos, una vez más, sus invalorables servicios. No es difícil prever el resultado, serán las comparsas perfectas para destacar, más aún, la contundente victoria de nuestro inefable conductor, lo cual, posiblemente, nos pondrá en vísperas de una nueva elección mediante la cual este dechado de virtudes se convertirá en presidente vitalicio de la Patria de todos.

Tal vez no sea ahora el momento del histórico cambio, la dinámica de los procesos políticos no se ajusta necesariamente a la instantánea del presente, donde percibimos los hechos de manera fragmentada e inconclusa y en este sentido, considero que el “legítimo Contradictor” del carismático populista, es su “Yo Profundo”, lleno de contradicciones y resentimientos, de inconsistencias y arbitrariedad, de un doble discurso que le irá corroyendo,, poco a poco, mientras el pueblo “Agradecido”, despierte de su letargo a la dura realidad de un país sin trabajo, sin bonos ni subsidios, sin democracia ni amigos.

Los grandes cambios en el mundo no se forjaron en la manga del ilusionista que vende baratijas. Fueron y son un camino desbrozado con esfuerzo y perseverancia, un plan de largo aliento, liderado por estadistas de verdad.

El maná Prometido no vendrá del petróleo, ni de la confiscación de bienes a los ricos y mucho menos de la ominosa limosna de un bono, vendrá del esfuerzo prodigioso de sus líderes, de la fe inquebrantable de sus pueblos en la palabra cumplida y el trabajo honesto, eso habilita la reelección, que nunca puede ser indefinida, de los hombres probos que no buscan eternizarse en el poder sino servir a los demás.

Mientras tanto, estos encantadores de serpientes, magos tramposos y mercachifles de esperanzas rotas pueden creer, ilusamente, que son eternos. Rodeados de una guardia pretoriana, armada hasta los dientes, de una legión de aduladores y oportunistas que medran sin decoro. La inexorable historia les pondrá en su sitio porque ningún chaleco antibalas ni fortaleza alguna les protegerá de la justa ira de un pueblo engañado. Irán a parar al depósito de desechos tóxicos sin pena ni gloria.! Hasta entonces, su “legítimo contradictor” será únicamente su otro “yo”!

miércoles, 28 de enero de 2009

Rafico en el País de las Maravillas

Por: Renato Moreno Echeverría

Después de escuchar el discurso del Presidente Correa ante el Congresillo, resaltando los logros obtenidos en sus dos años de mandato, me percaté que hemos estado viviendo en el Paraíso. En efecto, este Portento del cambio, en tan corto lapso, lo ha transformado todo. Prácticamente, a partir de Agosto, no habrán mas analfabetos; los pobres han dejado de serlo gracias a los bonos y subsidios generosamente entregados; la inflación apenas llega a un dígito; se han emprendido y concluido grandes proyectos, como la central hidroeléctrica San Francisco, el puente Bahía –San Vicente, pavimentación de carreteras; creación de miles de puestos de trabajo y protección laboral; construcción de miles de casas para los más pobres con tecnología de punta que incluye mazapán y hojalatas transparentes; se ha rescatado la dignidad y soberanía de la Patria frente a la agresión colombiana; se ha decidido no pagar gran parte de la oprobiosa, ilegal e ilegítima deuda externa; se han incrementado, como nunca antes, los presupuestos de salud y vivienda etc., etc., etc. En definitiva no podemos estar mejor y todos dentro del marco de una Constitución maravillosa que privilegia al ser humano, al buen vivir y a la Pachamama.

Por todo lo expuesto, resulta asombroso que ciertos individuos, entre los que me incluyo, tengamos una percepción muy distinta de este Edén. Donde hay riqueza y bienestar vemos miseria generalizada; las sólidas viviendas de mazapán nos parecen un insulto a los más pobres; el manejo de los recursos económicos, dispendioso y demagógico; la política internacional, desastrosa; el incumplimiento de los compromisos internacionales, afrentoso; el autoritarismo y el abuso, pan de todos los días; la corrupción e inseguridad campean y la prensa es vituperada todos los días.

Este carismático líder que fue recibido con honores por la Cuba de Castro que está celebrando el cincuentenario de su Revolución Socialista, en medio de la penuria de un pueblo sacrificado y digno , que se ha negado a ponerse de rodillas ante el imperialismo y que, de un tiempo acá, huérfano de la protección Soviética ha debido sobrevivir día a día frente a las presiones y al ostracismo. Allí nuestro amado Presidente ha discernido sobre el Socialismo del Siglo Veinte y uno que amalgama la revolución Bolivariana y Alfarista con los sueños y utopías del Che Guevara. Allí mismo ha comentado la suerte del gobierno cubano de que todos los miserables burgueses abandonaron la Isla, mientras en el pobre Ecuador, permanecen enquistados fregándole la pita. Y con los aplausos del hijo de Fidel en primera fila, ha dado cátedra sobre el futuro de América y el mundo. ¡Si ellos le creen y aplauden, como no vamos a creerle nosotros! Eh allí la razón del respaldo ciego de más del setenta por ciento de los ecuatorianos que le dan su voto de confianza.

Por ello resultan irrelevantes las minucias, como aclarar de manera oportuna y transparente, los entretelones de los Pativideos; la indecorosa actuación de su ex ministro de deportes y condueño del circo en el atraco de fondos públicos, respecto de quién ha ofrecido “retirarle su amistad”, si algún día se comprueban sus fechorías. Tampoco importa que se pague un tramo de la deuda externa y se declare la moratoria de otros dos para “renegociar” con ventaja en la recompra de la deuda ilegal e ilegítima, dejando en tela de duda el honor y seriedad de este gobierno. Mucho menos importa, que se hayan tomado los fondos del IESS, o sea de los afiliados, para obligarle a adquirir bonos de deuda interna, que en el mediano plazo significarán la bancarrota de esa Institución. Lo importante y verdaderamente trascendental es que el Ecuador camina de su mano, inmune a la terrible crisis financiera internacional. Su sabia conducción se deja ver en estrategias como despachar a las principales petroleras que operan en el País para así cumplir la cuota de reducción de producción impuesta por la OPEP o restringir las importaciones para que “no salgan los dólares”. Dejar sin recursos a las Universidades Estatales , fomentando eso sí la educación gratuita. Medidas a no dudarlo, mesuradas y oportunas. Por eso y más, el setenta por ciento de los ecuatorianos le sigue respaldando incondicionalmente.

Ojalá no se le ocurra a este Pro hombre dar un golpe de timón a su política macroeconómica y emprenda en una repentina desdolarización, subida del precio de los combustibles o suspensión definitiva de los bonos y subsidios porque entonces, ese setenta por ciento de crédulos se sumarán al treinta por ciento de incrédulos y le dirán “váyase cantando”, como a tantos otros ilusionistas de medio pelo que pretendieron implementar la “Convertibilidad”, incrementar el precio del gas , forjar “Pichicortes” o declarar feriados bancarios .
Mientras no cometa tales desafueros , nuestro líder gobernará tranquilo , con la sonrisa de oreja a oreja, en este Ecuador de “efectos especiales”, donde todos los días puede hacer coquetonas casas de mazapán y puentes “casi terminados” como el Bahía- San Vicente o carreteras digitales de primer orden, o al menos “pavimentar el infierno” con sus buenas intenciones.

miércoles, 21 de enero de 2009

La Jugada Maestra

Por: Renato Moreno Echeverría

Una jugada maestra es aquella cuya ejecución deslumbra por su contundencia, perfección y oportunismo. Podría traducirse en convertir de manera hábil y creativa los puntos negativos en fortalezas, transformando una situación adversa en totalmente favorable.

El Presidente Correa enfrenta actualmente una crisis económica interna y externa de grandes proporciones: El precio del crudo mundial, y por ende, del ecuatoriano ha caído de manera catastrófica a niveles jamás esperados. El sistema económico mundial de corte neo-liberal globalizado casi ha colapsado y mientras, las grandes potencias hacen esfuerzos desmesurados por salvarle, el planeta entero se tambalea peligrosamente sobre los viejos paradigmas.

En éste escenario y habiéndose agotado los recursos que financiaban promesas, bonos y propaganda oficial, “que mejor”, que sacarle rédito a la adversidad y falta de recursos económicos para la próxima campaña, enarbolando los cuestionamientos al sistema económico decadente y la “reivindicación” de las aspiraciones de los pueblos oprimidos y explotados. El “no pago”, de la deuda externa, por “ilegítima e ilegal”; la creación de “un Eje anti-imperialista”; el afloramiento de nuevas concepciones político-sociales como el “Socialismo del Siglo Veinte y uno”; todo, con un solo objetivo: consolidarse en el Poder, transformando estas debilidades en fortalezas más allá del inevitable desastre futuro, de las promesas rotas y el populismo alucinante, donde el estereotipo de “la Revolución Ciudadana y la Patria de Todos” se convierten, por arte de magia, en la parodia del bienestar y progreso que permita su reelección.

Lamentablemente, sitiado por las circunstancias, comienza poco a poco a recular: cumple puntualmente el pago de obligaciones con el Banco del Brasil. Ya no habla del no pago de la deuda “ilegítima e ilegal”, ahora quiere “renegociar”, aplicando el sistema de “Recompra” de unos bonos venidos a menos por la especulación de la moratoria. Habría que preguntarse cuán legal es este procedimiento y finalmente quienes serán los verdaderos beneficiarios de la “estrategia”. Aunque la “prensa corrupta” discrepe y censure estos procedimientos y la partidocracia decadente balbucee un timorato reproche. El, nuestro Benefactor, tiene y debe ser reelecto por el bien y salvación del Ecuador y para ello ha realizado la jugada maestra, justamente cuando se le agota la plata y credibilidad, decretando que “la culpa es de todos los enemigos del Gobierno que se oponen al cambio, del sistema neo-liberal impuesto por los países ricos y explotadores que han llevado al mundo a la ruina, de los ex presidentes que honraron la deuda; culpa de todos menos suya y sus cuarenta ministros, encabezados por el ex de deportes, con lo cual, pese a las carencias y falencias, tiene asegurada su reelección. ¡Jaque Mate a la Patria!!