A propósito de tanta "peluconada", nuestro popular poeta, quien prefiere mantener el anónimato por lo pronto, nos envía otro poema. Que lo disfruten.
PELUCAS Y PELUCONES
Esto de ser o no ser
Sigue teniendo vigencia
Más que un simple parecer
Es problema de conciencia
Hoy están en la palestra
Furibundos redentores
Que pregonan a siniestra
El sin fin de los errores
De aquella partidocracia
Madre de todos los males
lo cual nos llena de gracia
porque todos son iguales.
En efecto, muchos de ellos
Que se rasgan vestiduras,
En otro momento fueron
Parte de esas partituras.
Y más papistas que el Papa
Dicen, la Patria es de todos!
Los que en este nuevo mapa,
Buscan su justo acomodo!
Defienden lo indefendible
Reniegan de sus ancestros
Y les tachan de inservibles
A sus abuelos, por viejos.
Es la nueva democracia
Donde antiguos pelucones
Con descarada falacia
Hoy presumen de pelones!
¡Miserables , descastados,
en yunta con resentidos
todos se creen dotados
de ni se, cuantos sentidos!
Al mando de un tiranuelo
Que destila su amargura
Quizás les quepa el consuelo
De cavar la sepultura!
De la Patria, que es de todos
Sin ninguna compostura,
Hablando hasta por los codos
Reciclando la basura!
Otros, asidos al carro triunfal,
Por odios o canonjías,
Temiendo pasarla mal,
Dicen tantas tonterías
Por adular al tirano,
Y con servil alegría
Le están lamiendo la mano
Aupando su tiranía!
¡Como Pinto lo diría:
Pelucón a mucho honor,
Trabajando día a día,
Por el bien del Ecuador!
La Patria no necesita,
Pelucones descastados,
Ni aspirantes a pelones,
Ni vendidos ni comprados!
Si acaso esta mafia tuca
Se le da por trabajar,
Que se ponga una peluca
Y la use con dignidad!
¡No se olviden , redentores,
Quito, volvió a despertar,
Forajidos pelucones,
Pronto les van a cobrar!
Esa terrible factura,
Por su impudicia brutal,
De predicar la mentira
Como emblema nacional!
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